sábado, 11 de abril de 2009

ORACIÓN DE SAN JUAN EVANGELISTA

Este nuevo acto, promovido por la Hermandad de San Juan Evangelista, tuvo lugar a la llegada de la Virgen de los Dolores a la puerta de la Iglesia de la Asunción el Jueves Santo, al finalizar la Procesión de la Amargura:




Y el Viernes Santo a la finalización de la Procesión del Santo Entierro, esta vez con la Virgen de la Soledad:




El Jueves sonó "Oración", y el Viernes "La Muerte no es el Final".

2 comentarios:

manuel dijo...

QUEREMOS AGRADECER Y HABLO EN NOMBRE DE LA BANDA DE CORNETAS Y TAMBORES SAGRADO CORAZON DE CIEZA,LA CONFIANZA QUE A DEPOSITADO LA HERMANDAD DE SAN JUAN EVANGELISTA DE TOBARRA EN DARNOS EL PLACER DE SER LOS ELEGIDOS PARA EL ACTO DE ORACION MUCHAS GRACIAS

Anónimo dijo...

San Juan Evangelista es un santo muy olvidado, pese a ser el discípulo más amado de Jesús. Tiene mucho poder de intercesión frente al Trono de Jesús. Recurrir a él y verán lo que son milagros.
ORACIÓN A SAN JUAN EVANGELISTA
Querido San Juan Evangelista, que fuiste llamado a seguir a nuestro salvador Jesucristo como uno de sus apóstoles, siendo el más joven de ellos.
San Juan Evangelista, eres el discípulo más amado de Jesús, siendo evidente que eras uno de sus amigos más íntimos, habiendo nuestro Salvador demostrado en varias oportunidades su especial predilección o afecto especial por ti, pues fuiste elegido para acompañar a Pedro a la ciudad a fin de preparar la cena de la última Pascua y, en el curso de aquella última cena, reclinaste tu cabeza sobre el pecho de Jesús y fue a ti a quien el Maestro indicó, no obstante que Pedro formuló la pregunta, el nombre del discípulo que habría de traicionarlo. Además nuestro Señor quiso que estuvieses, junto con Pedro y Santiago, en el momento de Su transfiguración, así como durante su agonía en el Huerto de los Olivos; siendo además el único apóstol que estuvo al pie de la cruz con la Virgen María y las otras piadosas mujeres y fuiste quien recibió el sublime encargo de tomar bajo su cuidado a la Madre del Redentor. "Mujer, he ahí a tu hijo", murmuró Jesús a su Madre desde la cruz. "He ahí a tu madre", te dijo a ti. Y desde aquel momento, la cuidaste y quisiste como tu madre.
San Juan Evangelista, fuiste testigo de la vida pública de Jesús y de la cantidad de milagros que obró a todos los que lo pidieron con fe, habiendo estado junto a Pedro y Santiago cuando Jesús, en Cafarnaúm, entra en casa de Pedro para curar a su suegra (Cf. Marcos 1, 29); con los otros dos sigue al Maestro en la casa del jefe de la sinagoga, Jairo, cuya hija volvió a ser llamada a la vida.
Siendo así, querido San Juan Evangelista, sé que el señor Jesús me escucha, pero cuan agradable debe ser para él que tú seas el que intercedas por mi petición, ello no solo por el amor que te tuvo en vida, sino también por haber cuidado y querido a la Virgen María como si fuera tu propia madre (….se hace el pedido…..).
Por eso San Juan Evangelista te pido que intercedas por mi ante Jesús y el trono de Dios para obtener de su infinita benevolencia la gracia que te pido (se vuelve a pedir el favor que se necesita).
San Juan Evangelista ruega por mi petición (repetir 3 veces).